El estrés: conjunto de dolencias físicas, psicológicas y sociales
El estrés: conjunto de dolencias físicas, psicológicas y sociales
Una vez explicados los conceptos de ansiedad y angustia, se puede entender el concepto de estrés, que puede incluir los anteriores. De manera resumida, podría entenderse el estrés como una relación negativa entre la persona y el ambiente. Esta relación desadaptativa entre el entorno y la persona es dinámica, bidireccional y cambiante, pero tiene como núcleo el hecho que la persona percibe que no puede afrontar las demandas ambientales.
La situación es entendida como conjunto de factores que supera los propios recursos disponibles. En este punto, la persona podría desarrollar ansiedad, angustia y otras problemáticas físicas y psicológicas diversas, que tendrían como punto en común la generación de un profundo malestar.
La complejidad de relaciones entre la persona y el entorno hacen prioritario que tanto la ansiedad, la angustia como el estrés, sean abordadas desde una perspectiva amplia y atendiendo a la multiplicidad de factores que intervienen (fisiológicos, cognitivos, emocionales, sociales...).
Dada la influencia de factores sociales en la implicación de estas problemáticas que ya empiezan a conocerse como “enfermedades del siglo XXI”, es responsabilidad de todas las personas que se conozcan, para así detectarlas y trabajar en su gestión, especialmente en la prevención de las mismas. Si una persona percibe algún tipo de problemática relacionada, ya sea en ella misma o en alguien de su entorno, es aconsejable que atienda los síntomas, que pida ayuda y cuanto antes mejor, para evitar que estos generen consecuencias más graves.
Las 7 teorías psicodinámicas principales
Si pensamos en psicoterapia, la imagen que probablemente nos venga a la mente es la de un individuo tumbado en un diván explicándole sus problemas a un psicólogo sentado detrás de él mientras este toma notas y le va preguntando cosas. Sin embargo, esta imagen no se corresponde necesariamente con la realidad: son múltiples las escuelas y corrientes de pensamiento en psicología, siendo algunas más adecuadas que otras según el caso concreto que se esté tratando.
Una de las primeras grandes corrientes de pensamiento que surgió fue el psicoanálisis de Freud. Pero los estudiantes de Freud y aquellos seguidores que decidieron romper con él debido a discrepancias en algunos elementos de su teoría también siguieron generando contenidos y añadiendo nuevas teorías y aspectos a la terapia psicoanalítica. Estos son los denominados enfoques psicodinámicos. Y con ellos, surgieron diferentes terapias. En este artículo veremos los principales modelos y teorías psicodinámicas.
Las teorías psicodinámicas
El concepto de teoría psicodinámica puede parecer único y unitario, pero lo cierto es que recoge un amplio número de maneras de entender la mente humana. Al hablar de teorías psicodinámicas estamos pues hablando de un conjunto heterogéneo de perspectivas que tienen su origen en concepciones de los procesos mentales derivados del psicoanálisis.
En este sentido, todas ellas comparten con la teoría freudiana la idea de que existen conflictos intrapsíquicos entre el consciente y el inconsciente, siendo uno de los principales objetivos de la terapia contribuir a hacer que el paciente sea capaz de entender y gestionar el contenido inconsciente (llevándolo a la consciencia).
Además, las teorías psicodinámicas también consideran la existencia de estrategias y mecanismos de defensa utilizados por la psique para minimizar el sufrimiento que generan dichos conflictos, y concuerdan en que la estructura psíquica y la personalidad se van formando durante la infancia a partir de la satisfacción o insatisfacción de necesidades. La experiencia infantil es muy relevante para esta corriente, así como la interpretación de estas experiencias y las transferencias. También consideran que la interacción con el terapeuta va a hacer que el paciente reviva las experiencias y representaciones reprimidas, volcándose en el profesional.
Estos modelos y teorías psicodinámicas se diferencian del psicoanálisis, entre otras cosas, en que se centran más en el motivo de consulta identificado por el paciente y no en una reestructuración de la personalidad completa. Las terapias no son tan largas y están más espaciadas, además de estar abiertas a un gran número de trastornos y problemas mentales y no solo las neurosis e histeria. Existen otras diferencias, pero estas van a depender en gran medida del modelo psicodinámico concreto que se observe.
Algunas de las principales terapias y modelos
Como hemos mencionado son múltiples las teorías y terapias psicodinámicas. A continuación se indican algunas de las más conocidas.
La psicología individual de Adler
Uno de los principales modelos neofreudianos es el de Adler, uno de los autores que se separaron de Freud debido a múltiples discrepancias con algunos aspectos de la teoría psicoanalítica.
Este autor consideraba que la líbido no era el principal motor de la psique, sino la búsqueda de aceptación y pertenencia, que generará ansiedades que de no suplirse provocarán sentimientos de inferioridad. También consideraba al ser humano un ser unitario, entendible a nivel holístico, que no es un ser pasivo sino que tiene la capacidad de elegir. Este autor considera el estilo de vida como uno de los aspectos más relevantes a trabajar junto con el afán de poder derivado de la sensación de inferioridad y los objetivos y metas del sujeto.
Su psicoterapia es entendida como un proceso que busca confrontar y cambiar la manera del sujeto de afrontar las tareas vitales, intentando explicitar la línea directriz de la actuación del sujeto para favorecer su autoeficacia y confianza en sí mismo.
Desde esta teoría psicodinámica se propone en primer lugar el establecimiento de una relación de confianza y reconocimiento entre terapeuta y paciente, procurando acercar los objetivos de ambos hacia la consecución de la recuperación del segundo. Posteriormente se exploran los problemas en cuestión y se favorece la observación de los puntos fuertes y competencias del paciente que va a terminar utilizando para resolverlos.
Se analiza el estilo de vida y las decisiones tomadas, tras lo cual se pasará el foco a trabajar las creencias, metas y objetivos vitales del sujeto de cara a que éste consiga auto-comprender su propia lógica interna. Finalmente se trabaja conjuntamente con el paciente la elaboración de hábitos y conductas que permitan la reorientación de la conducta hacia las tareas y objetivos del sujeto.
Teoría analítica de Jung
El modelo de Jung es otro de los principales modelos neofreudianos, siendo uno de los seguidores de Freud que decidió romper con él debido a diversas discrepancias. Desde este modelo se trabaja con aspectos como los sueños, las expresiones artísticas, los complejos (organizaciones inconscientes de experiencias emocionales no reconocidas) y los arquetipos(imágenes heredadas que conforman nuestro inconsciente colectivo).
El objetivo de esta terapia es lograr el desarrollo de una identidad integrada, intentando ayudar al sujeto a tener en cuenta lo que Jung interpretaba como fuerzas inconscientes. En primer lugar se confronta al sujeto con su persona (la parte de sí que reconoce como propia y que expresa al mundo exterior) y con su sombra (la parte de nuestro ser que no expresamos y que solemos proyectar en otras) procurando que mediante el tratamiento se consiga.
Tras ello se trabajan los arquetipos de anima y animus, los arquetipos que representan lo femenino y lo masculino y como se trabajan y proyectan en las relaciones sociales. Posteriormente en una tercera etapa se busca trabajar los arquetipos correspondientes a la sabiduría y sincronicidad con el universo mediante el análisis de sueños y elaboraciones artísticas (que son analizados, entre otros métodos, mediante el uso de la asociación en elementos particulares de los sueños). Se trabaja de forma colaborativa con el paciente y se intenta que se integren las diferentes facetas del ser.
La perspectiva interpersonal de Sullivan
Sullivan consideraba que el principal elemento que explica nuestra estructura psíquica son las relaciones interpersonales y cómo éstas son vividas, configurando nuestra personalidad en base a personificaciones (maneras de interpretar el mundo), dinamismos (energías y necesidades) y la elaboración de un sistema del yo.
A nivel de terapia, esta es entendida como una forma de relación interpersonal que permite aportar seguridad y facilita el aprendizaje. Esta debe generar cambios en la persona y situación, trabajando el terapeuta de forma activa y directiva sin aumentar la angustia del sujeto.
Principalmente se propone trabajar a partir de la obtención de información y corregir la que sea errónea, modificar sistemas de evaluación disfuncionales, trabajar la distancia personal del sujeto con las personas y situaciones, corregir fenómenos como el hecho de interactuar con otros creyendo que van a relacionarse con nosotros igual que otras personas significativas anteriores, buscar y reintegrar los elementos inhibidos del paciente y buscar que este sea capaz de comunicar y expresar pensamientos lógicos y la búsqueda de satisfacción a la par que se reduce la necesidad de seguridad y la evitación experiencial.
La teoría de las relaciones objetales
Melanie Klein es tal vez una de las mayores figuras de la tradición psicoanalítica del Yo, seguidores de Freud que siguieron su línea teórica añadiendo nuevos contenidos y ámbitos de estudio. En su caso, el estudio y enfoque en los menores.
Una de sus teorías más relevantes es la teoría de las relaciones objetales, en que se propone que los individuos nos relacionamos con el entorno en función del vínculo que hagamos entre sujeto y objeto, siendo especialmente relevante la fantasía inconsciente que nos genere el objeto a la hora de explicar la conducta.
A la hora de trabajar con niños se le da especial importancia al juego simbólico como método para trabajar y exteriorizar las fantasías inconscientes, para posteriormente intentar clarificar las ansiedades que de ellas se derivan e introducir modificaciones tanto a través del juego como por otras vías como la visualización creativa, la narrativa, el dibujo, la danza o los juegos de roles..
Otras teorías psicodinámicas más recientes
Son muchos los enfoques, modelos y teorías que se han ido desarrollando a lo largo de la historia desde el enfoque psicodinámico. Además de las anteriores hay algunas terapias y teorías psicodinámicas relativamente recientes, muy enfocadas hacia la práctica y el día a día de la terapia, y no tanto hacia explicaciones sistemáticas de la estructura de los procesos mentales.
Teoría de la psicoterapia dinámica breve
Esta perspectiva parte de la idea de que el trabajo terapéutico debe centrarse en un área concreta que genera mayores dificultades y que más explica el problema específico del paciente. Tiene como características principales su brevedad y el elevado nivel de definición del elemento a trabajar y los objetivos a lograr.
Además de ello también resulta común un elevado nivel de directividad del terapeuta y la expresión de optimismo con respecto a la mejoría del paciente. Se busca atacar las resistencias para trabajar posteriormente la ansiedad que genera dicho ataque y posteriormente hacer conscientes los sentimientos que han generado dichas defensas y malestar.
Dentro de este tipo de psicoterapia podemos encontrar diferentes técnicas, como la psicoterapia breve con provocación de angustia o la desactivación del inconsciente.
Terapia basada en la transferencia
Propuesta por Kernberg, se trata de un tipo de terapia de gran importancia en el tratamiento de sujetos con trastornos de personalidad como el límite. La teoría que tiene detrás se basa en la teoría de relaciones del objeto para proponer un modelo en que existe una focalización tanto en el mundo interno como externo del paciente y que se centra en trabajar a partir de la transferencia de las dificultades internas hacia el terapeuta. En las personas con trastornos severos de la personalidad prima la experiencia de frustración y la incapacidad de regularla, con lo que finalmente la psique llega a escindirse de manera que se produce una difusión de la identidad.
Busca promover la integración de las estructuras mentales de los pacientes, reorganizandolas y buscando generar modificaciones que permitan un funcionamiento mental estable en que la experiencia subjetiva, la percepción y la conducta vayan de la mano. El contexto, la relación terapéutica y el análisis de las relaciones objetales son fundamentales, analizando los sentimientos que genera la relación con ellos (incluyendo la relación terapéutica) y la fantasía inconsciente que genera dicha relación, ayudando a entenderlos.
Terapia basada en la mentalización
Bateman y Fonagy desarrollaron un modelo y un tipo de terapia que parte del concepto de mentalización. Se entiende como tal a la capacidad de interpretar las acciones y reaccionespropias y ajenas en base a la existencia de emociones y pensamientos, reconociendo estos como un estado mental.
Con una gran influencia y basada en gran medida en la teoría del apego de Bowlby, intenta explicar el trastorno mental (especialmente el trastorno límite de personalidad) como consecuencia de la dificultad a la hora de atribuir estados mentales a lo que hacen o sienten. La terapia vinculada a este modelo busca la congruencia, favorecer la conexión entre sentimiento y pensamiento, desarrollar la capacidad de mentalizar e intentar comprender las propias emociones y las de los demás, mejorando a su vez las relaciones interpersonales.
Referencias bibliográficas:
- Almendro, M.T. (2012). Psicoterapias. Manual CEDE de Preparación PIR, 06. CEDE: Madrid.
- Bateman, A. W., & Fonagy, P. (2004). Psychotherapy for Borderline Personality Disorder: Mentalization Based Treatment. Oxford: Oxford University Press.
Ámbitos y aplicaciones de la psicología clínica
Ámbitos y aplicaciones de la psicología clínica
La psicología clínica ha ido estudiándose y perfeccionándose a lo largo del siglo XX y en los últimos años, y ha sido objeto de estudio de muchos profesionales y académicos de la conducta humana.
Desde los primeros años con Wilhelm Wundt en su laboratorio de Leipzig, en que trató de hallar todas las variables observables y medibles de la conducta, la psicología clínica ha ido propagándose hasta ser la rama “por excelencia” entre los licenciados o graduados en psicología. De hecho, y aunque la psicología se desarrolle en ramas claramente diferenciadas (empresarial, educativa, forense, social…), la psicología clínica siempre ha sido la rama más popularmente reconocida.
Con todo, existen múltiples enfoques y herramientas que usan los profesionales de la psicología clínica, que trabajan enfocándose en distintos campos de estudio según distintos criterios, como pueden ser los siguientes:
- Intervención en familias
- Terapia de personas adultas
- Psicología clínica infantil
- Neuropsicología clínica
- Rehabilitación neuropsicológica
- Atención e intervención en determinados trastornos
- Evaluación
- Psicooncología
En suma, cada profesional de la psicología clínica puede especializarse en aquel (o aquellos) campos donde quiera enfocar su ejercicio profesional. Las personas que pueden precisar de atención terapéutica son variadas: desde niños hasta ancianos, desde personas con enfermedades de base hasta personas sanas, desde personas que tienen un problema estrictamente psicológico, hasta otras cuya afectación esté relacionada con una mala dinámica familiar o social.
Con el fin de lograr una mayor comprensión de cada afectación psicológica, los psicólogos clínicos pueden especializarse en distintos campos. A través de los conocimientos y herramientas adquiridos, serán capaces de ofrecer diagnósticos y tratamientos más precisos a sus pacientes.
¿Qué hace un psicólogo clínico?
¿Qué hace un psicólogo clínico?
Los psicólogos clínicos son los profesionales de la salud mental que se encargan de atender a esas personas que sienten algún tipo de malestar psicológico. En este sentido, los psicólogos clínicos se encargan de diagnosticar ciertos trastornos psicológicos, para posteriormente ofrecer una intervención personalizada mediante la psicoterapia.
Aunque este es el principal aspecto en el que intervienen, los psicólogos también participan en el ámbito de la investigación (por ejemplo, aportando sus conocimientos en distintos estudios científicos), en la docencia (ejerciendo como profesores en instituciones públicas o privadas), e incluso en otros ámbitos minoritarios como la psicología deportiva, la psicología escolar o como expertos en psicología clínica y forense
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